“EL ZURDO DE ORO” sigue brillando.

Con un entusiasmado pero al mismo tiempo triste respiro tras ganar el torneo ATP 500 de Hamburgo, el mallorquín Rafael Nadal evocó un comentario que a muchos de sus fanáticos nos dejo con un aire de querer –mucho más- pues lo que esperamos del ex numero uno del mundo es justamente eso, que mantenga su condición de maestro entre los cuatro galácticos del tenis.

“Olvidémonos del mejor Nadal, soy el de hoy y quiero disfrutar del día a día. El mejor Nadal volverá o no volverá. Ahora soy el que soy”

Y es que es algo que se veía venir, la potencia en cada uno de sus golpes se notaba por sobremanera y más aun el -corazón- y no dar una bola por perdida es algo que solo lo hace un campeón; Sin embargo este juego al que lo llevo a ser el numero uno del mundo del tenis por varios años, tardo pero trajo sus consecuencias.

Las lesiones ya sea por el tipo de juego o la fuerza impregnada en sus golpes se volvieron con frecuencia un malestar incesante a la hora de concretar un partido, cualquiera que fuere la posición en la que se encontraba el torneo (octavos de final, semifinal o final) pues junto a esto la confianza y fe en uno mismo es algo que va de la mano en un juego individual que mucho más que fuerza física requiere estrictamente de fuerza mental.

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Y justamente mientras unos van perdiendo la fe en su juego, otros van ganando terreno tanto en la cancha como en lo psicológico y quien ha sabido sacar el mejor provecho a todo esto ha sido el imparable actual numero uno Novak Djokovic que se mantiene con una confianza muy solida, pues logra ganar un partido estando dos sets abajo con un juego imbatible y muy prometedor.

Ante esto podemos afirmar que Rafa Nadal está consciente que se encuentra en un momento difícil de constantes altibajos donde no encuentra equilibrio para fortalecer sus cualidades, pese a ello el cambio de entrenador no está entre sus prioridades para retomar su nivel sino más bien plantearse volver a los 8 mejores y esto comprende no solo un reto sino también un objetivo.

Si bien han sido pocos los tenistas que han logrado recuperarse de un declive después de permanecer por mucho tiempo en lo más alto del ranking ATP; Ahora el caso -por diez años- como lo ha hecho “El rey de la tierra batida” no podemos asegurar que sea el final para el español.

Sin lugar a dudas no se puede comparar con otro jugador, la tenacidad, corazón y garra que proyecta y transmite Rafael Nadal al momento de pisar la cancha, ha sido determinante ésta actitud para posicionarlo en lo más alto del tenis mundial y no será fácil, no será cómodo, va a necesitar mucha más determinación para revertir la actual situación y retomar la confianza, pero no imposible en el deporte.

¡Vamos Rafa!