ELLA
Ella nació para realizar una misión de vida y estaba superando unos patrones y conductas tóxicas fruto de una herida de la vida anterior. Ella tenía la boca un poco grande, carnosa y risueña. Tenía unos brazos más o menos largos y delgados… y la piel oscura.
Por aquellas cosas mágicas que tiene la vida, un día claro y de buen sol, andando por un camino cualquiera, en la selva, se encontró a Dadá.
– Que belleza de floración, dijo la mujer
– Dadá subió al tronco de un árbol , muy rápidamente, y desde arriba, hizo una lluvia de pétalos sobre la cabeza de la mujer .
– Aquí el Kiwi y el pájaro han aprendido a tomar del suelo el alimento e iluminar con colores los ojos de las mujeres. Dijo Ella.
-La magia de los colores y el encanto de la luz siempre seduce a los artistas de nacimiento. Replicó Dadá .
– Los colores emanan de la luz del sol. Deberíamos buscar el origen de los colores y desde donde se levanta el sol, afirmo la mujer .
-Iremos en busca del sol, del origen de los colores y encontraremos la fuente de luz que nunca se extingue, vacilo Dadá.
-Y atravesaremos mares inmensos y nos adentraremos en la selva, comento la mujer sonriendo y enseñando sus dientes blancos.
En una selva entretejida y enmarañada de lianas y de ríos de agua dulce, se olía el perfume del Kiwi , los pájaros multicolores escuchaban la conversación de Ella y Dadá. Los arboles y los alegres rumores se entremezclaban a su alrededor .Aquella tierra era rica en color y luz.
Ellos se sentaron en el suelo, se hicieron hermanos, unieron su sentir más creativo, sus corazones se hicieron más grandes en abundancia y arte. Y su conversación se extendió por toda la línea de la tierra en la que los mares de agua dulce se casaron con los mares de agua salada.