Estamos en el 2016, o al menos eso es lo que creemos que ha ocurrido, y aún no sabemos quienes somos, ni de dónde venimos ni cuál es el propósito de estar en este planeta. Sencillamente no lo sabemos. Sin embargo, como especie viviente hemos logrado desarrollar un cerebro que nos permite desarrollar un conjunto de creencias que nos permiten mantenernos relativamente estables frente a tanta vulnerabilidad respecto de las cuestiones esenciales de la vida.
En efecto, los seres humanos nos constituimos en nuestras propias historias las cuales no son mas que interpretaciones antojadizas de lo que ha sido el devenir de nuestra vida. Hemos instalado creencias desde muy temprana edad, y nuestros padres han sido determinantes en ello. Sin embargo, nuestra historia insisto, nos constituye y desde nuestra historia nos vestimos de un personaje con el cual transitamos en este mundo. Es un personaje que ha elaborado historias, cuentos, leyendas respecto de lo que ha sido nuestra vida y desde el cual, explicamos nuestras carencias y tapamos nuestras sombras, las cuales esconden nuestros mas recónditos miedos.
Sumergirse en el mágico mundo de las creencias y reconocerlas como tales, esto significa reconocer que lo que creo es sólo eso, no es la verdad, puede resultar el mejor regalo que podamos auto entregarnos pues probablemente descubriremos las claves para comprender el por qué nos cuesta tanto lograr nuestros sueños, por que nos relacionamos con los demás desde el sufrimiento, por que nos rigidizamos frente los argumentos de los demás en fin, por que nos cuesta tanto ser felices.
La mayor parte de nuestras creencias son heredadas y vienen de la comprensión del mundo de los demás y otra parte de nuestras propias percepciones y con esta mezcla, elaboramos lo que llamamos nuestra historia personal y no explicamos todo lo que “nos ocurre” sin darnos cuenta de que estas creencias son nuestra propia creación, quizás la creación mas importante de nuestras vidas pues definen la forma en que nos comprendemos, la manera en que vivimos la vida y nos permiten contarnos los cuentos para no asumir nuestra responsabilidaden los resultados que obtenemos en nuestra vida ni menos, ser conscientes de que el sufrimiento que experimentamos por ellos es sencillamente nuestra opción personal. Darnos cuenta de esto, genera miedo.
Feliz 2016 significa: que los acontecimientos que ocurran en tu vida durante este año, te colmen de felicidad.
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