
PENSAR, DECIR, SENTIR Y HACER EXACTAMENTE LO MISMO
La coherencia entre pensar, decir, sentir y hacer, creo que es lo más difícil de lograr. Puedo asegurar que a todos nos ha pasado, por poner un ejemplo: pienso, no lo voy a llamar, digo: … como lo extraño, siento que me hace falta y lo que hago es bloquearlo del WhatsApp.
Creo que aplica para todo. Seguro se han visto en un restaurante pensando: debería comerme una ensalada, siento que, con todos los excesos del fin de semana, debería decidirme por algo ligero, y terminan pidiendo un churrasco. O en una reunión de trabajo cuando piensan: mi jefe es un pesado, sienten que tienen ganas de salir corriendo y lo que hacen es defender la presentación de un colega. O cuando van de compras, a mí me ha pasado: quiero unas botas azules, pido unos botines negros, siento que no necesito nada y compro unos flats plateados.
Sé que la vida me sonríe, tengo un hijo maravilloso, una linda familia, que aunque está lejos, la siento cerca. Un talento 100% heredado que he logrado detectar y el que he podido cultivar, un montón de amigos que me quieren, me siguen y me leen.
Sé que, si sigo trabajando en mi conciencia, pronto lograré pensar: lo extraño. Decirle: te extraño. Sentir que me hace falta y lo que haré es llamarlo y oír su voz cálida diciendo que todo va a estar bien.
A pesar de mi casi media década de existencia, en el fondo soy solamente una mujer con la sensibilidad de un artista que quiere llamar la atención mediante sus letras y entonces me pongo la coraza de escritora exitosa, que se come el mundo a punta de cuentos.
Sé también que la felicidad la tengo que seguir cultivando de adentro hacia afuera, no la puedo poner en alguien más, pero también estoy clara que una botella de buen cava, ayuda a ser un poco más felices, el regalo del que les hablé, sabe de lo que estoy hablando.
Imagen: Igor Morski