PERDIENDO EL MIEDO AL COLOR
La tendencia durante mucho tiempo en la decoración en el Perú ha sido la de limitarse a colores neutrales, no solamente en paredes sino en el mobiliario en general. Introducir colores era osado y podía verse hasta peligroso. La norma tanto para las decoradoras como para los clientes en general era siempre mantenerse dentro de los neutrales: los beige, blancos, grises suaves, tonos que combinan entre si, tonos que no permiten salirse de los parámetros de lo neutral. Es decir, la consigna era “riesgo cero”.
Esta tendencia ha ido cambiando con los años, y hoy se nos permite doblar un poco las normas, y en algunos casos hasta romperlas. Hemos migrado de una apariencia totalmente minimalista en blancos y grises, hacia espacios mas llenos de adornos, de muebles, dándole paso a estilos como el vintage, urbano rústico, moderno, clásico con toque moderno, entre otros. En cuanto a colores, los neutrales siguen en vigencia, pero otras gamas también han ido tomando posición.
Dentro de esta nueva corriente que nos va envolviendo, poco a poco aceptamos el reto de incluir en nuestro entorno colores fuertes, gamas de tonalidades que están fuera del espectro de los colores neutrales. Como ejemplo, pintar la pared de un patio con un rojo ladrillo, color que nos acerca más a la tierra, perfecto para un ambiente que esté en contacto con la naturaleza. Otra variante de esta tendencia es darle acento a alguna pared en un ambiente pequeño, lo que por lo general se hace con algún color fuerte y en alguna medida oscuro. Esto nos permite romper con la regla tradicional que dicta que los ambientes chicos deben siempre ser blancos, y desarmar uno de los mitos sobre los colores oscuros, que se dice achican los espacios. Nada más lejos de la realidad.
Un color muy amigable para cuartos y espacios pequeños es el azul. Pintar una habitación con un color azul que lleve intensidad y cuerpo en el color, nos da la sensación de haber llenado la habitación de una tranquilidad acogedora. Es un color relajante, permite concentrarse, da la sensación de tranquilidad, el azul asemeja la tranquilidad e inmensidad del mar. Para elegir el tono de azul adecuado podemos jugar con la inmensa carta de colores que tiene Benjamin Moore, o Behr y Ralph Lauren Paints, por citar algunos.
Una gran parte de los clientes con los que trabajo en Lima suele tener mucho miedo y aprensión al cambio atrevido que supone escoger decorar con color. Surgen las preguntas: ¿Como se verá?, ¿Está de moda pintar con otro color que no sea neutral?, ¿Qué pasa si no me gusta? Todos temores muy reales, pero a la vez muy manejables. Muchas veces, dependiendo de el nivel de aprensión a tonalidades fuertes que encuentro en los clientes, empiezo por sugerir aquellos colores que llevan un poco mas de tonos grises, verdes muy bajos, tonos que nos marcan una diferencia del blanco sin ser tan intimidantes.
Otra opción es empezar por pintar una sola pared dentro de un ambiente, convirtiéndola en una pared de acento. Usualmente lo que escojo para estas situaciones es un color fuerte que destaque dentro de la habitación. Para aminorar todos las dudas de cómo se ve en realidad la pintura, podemos recurrir a los programas de diseño e incluso las Apps que nos permiten, en una foto del ambiente y en tiempo real, colocar el color que queremos en la pared que queremos. El verlo virtualmente y en una imagen del espacio real genera seguridad y facilidad en la toma de decisión.
Por ultimo, los fabricantes de pinturas nos ofrecen un mundo sin limites en cuanto a colores, texturas y formas de aplicación de las pinturas, lo cual nos abre todo una nueva forma de decorar y redecorar sin que la inversión sea muy alta.
Perderle el miedo al color nos crea muchos beneficios en lo que a la decoración concierne, pero además nos genera sensaciones y emociones muy gratas cuando nuestro entorno se vuelve colorido.