Con mi corazón lleno de sentimientos, recuerdos, emociones, en fin tantas y tantas cosas que fueron haciendo nuestra historia, lágrimas, derrotas, confusión, soledad, tanto para transmitir que no quiero obviar nada para que quien se encuentre en nuestro caso pueda de alguna manera tomar nuestro ejemplo para no cometer errores que hicieron de nuestro Hogar un lugar donde ya ninguno quería estar. Atención léanla hasta el final porque termina con un hermoso relato de Amor, Perseverancia y Ejemplo.
Hace un poco más de 10 años nos enteramos que nuestro hijo era Gay. La noticia trajo a nuestras vidas culpabilidad, confusión e incluso vergüenza y no sabíamos ni entendíamos lo que estábamos enfrentando, nuestro desconocimiento acerca del tema era total, por tanto nos equivocamos de tal forma que hicimos daño a lo que más amamos, nuestro Hijo. Al recibir la noticia y llegar a casa pensamos juntos vamos a luchar, es cuestión de la edad, está descubriendo su sexualidad, tal vez en algún momento fue abusado… Tantas ideas de cómo ayudarlo a salir, pero a quién contar, que decir, dónde buscar ayuda?? preguntas que no encontraban una respuesta, era tan complejo todo. Asi que empezamos buscando tratamiento psicológico al que todos teníamos que asistir, sesiones y sesiones, retroceder, buscar, recordar, culpabilidad y temor. Pronto la ayuda era necesaria solo para él y él estaba dándose cuenta de que solo fue cosa del momento y a los pocos meses convenció al psicólogo y a nosotros sus padres de que estaba “curado”. Que ignorancia tan grande, nunca estuvo enfermo, fuimos nosotros con nuestro desconocimiento los que enfermamos nuestro hogar.
Todo empezaba a volver a la normalidad y para despistarnos e incluso convencernos escogió una novia. Estábamos contentos y tranquilos, fue pasajero pensamos y ya todo está bien. No duró mucho tiempo hasta que descubrimos que todo era un engaño, porque cuando salía con ella tenía todos los permisos, el auto y aún el dinero que necesitaba estaban a su disposición. No se puede fingir lo que no se es. Con valentía y coraje empezó a defender quién era, lo que sentía y a tratar de hacernos comprender lo que sufría y la lucha interior tan fuerte que tuvo por años.
Como cristianos solo cabía en nuestro razonamiento que él estaba en pecado y que necesitaba ayuda, y claro que la necesitaba pero no de un Dios castigador, acusador, indolente y juez, sino del Dios que existe en realidad, aquel que nos ama con amor incondicional y nos acepta tal y como somos, El único que conozco. Nuestra casa fue transformándose en un verdadero infierno, donde no faltaba nada, solamente AMOR. Los gritos, los insultos, la falta de aceptación hicieron que dejáramos de ser sus protectores y guías, y a pesar de que YO no estaba de acuerdo con nada de esto nunca acudí ni defendí, ni anime, ni protegí a mi hijo, por tanto soy tan culpable como su padre. Lo dañamos, lo maltratamos y lo hicimos muy infeliz, ya no había auto, ya no habían permisos, ya no había ayuda económica y lo fuimos perdiendo, empezó a faltar las noches a casa, ya no compartíamos con él, y poco a poco se fue mucho antes de partir.
Su inteligencia y excelencia como alumno, ayudo para que sus proyectos y metas se hagan reales, consiguió a través de la Universidad un intercambio fuera del país, tampoco lo apoyamos en eso, pero lo logro solo y fuimos comunicados por la Universidad recibiendo además las felicitaciones respectivas por que su promedio era uno de los excelentes, reconocimos entonces que lo que se propone con fuerza y motivación, se logra. Quien sueña y trabaja por sus sueños, ya es un triunfador, esto fue solo el comienzo.
Hace nueve años mi hijo salió de casa, en busca de libertad, de protección, de aceptación, su intención nunca regresar al lugar donde recibió tanto rechazo. Preparó sus maletas y se fue, con un equipaje llenos de ilusiones, de planes, de metas, pero sobre todo de seguridad, a un mundo donde pudieran entenderlo y con un sentimiento de defender y ser aceptado por ser quien es, nunca rechazo su naturaleza, al contrario empezó a forjar un nuevo destino y solicito un asilo migratorio en USA. La comunicación con su padre se volvió escasa y casi nula, no se hablaban. Junto a sus hermanas esperamos el resultado y después de un largo e interminable interrogatorio de 9 horas le fue concedido su pedido , la única condición era que no podía volver a su país.
Su abuelito quien lo respaldo desde el primer momento en que conoció su situación, enfermo, se puso grave y murió, uno de los dolores más grandes que tuvo que enfrentar es no haber podido volver a verlo. Ese mismo día mi esposo tomó el teléfono y conmovido y dolido por la pérdida de su padre llamo a mi hijo y le dijo hijo mío te acepto como eres, vamos a ir a buscarte. Nuestro viaje estaba planeado para el 18 de diciembre del 2009, pero como definitivamente no somos sino protagonistas, otro fue nuestro destino. Mi esposo fue detectado de un cáncer terminal e incurable el 9 de diciembre y todos nuestros planes quedaron solo en eso, en planes. Ahora el que tenia que regresar era mi hijo, terminaron las reglas y el hombre fuerte se había convertido en un enfermo débil y lleno de culpa. 5 meses después mi esposo murió. En el proceso pudieron reconciliar sus diferencias, aceptarse el uno al otro, ayudarse y amarse. 2 días después de esto mi hijo partió nuevamente.
Fueron seis años en los que el no pudo regresar, horas, días, noches, meses, largos, difíciles, pero necesarios, ya no somos los que fuimos. Nunca he sido una mujer fuerte, al contrario soy débil, pero eso si, siempre valiente, he caído muchas veces, he fallado muchas veces, pero he sabido levantarme, lo espere de pie, voy de la mano de Dios.
Aprendí mucho, llore mucho, sentí la ausencia de mi hijo. Empecé a entender muchas cosas totalmente desconocidas, es por esto que hoy comparto parte de lo vivido. Como padres siempre anhelamos lo mejor para nuestros hijos, pero muchas veces nos cerramos a escucharles y nuestra opinión es la única valedera, nos equivocamos, la experiencia de este tiempo me hizo reconocer que no hay diferencias, las imponemos como sociedad en un mundo de apariencias, de hipocresía, de egoísmo, de falsos valores, de falta de aceptación y amor. Morimos día a día porque no sabemos AMAR. Hace un poco más de un año, el pudo regresar a casa, pero volvió convertido en un profesional de excelencia, hombre perseverante que supo defender su identidad y forjarse y luchar en soledad pero que alcanzo los sueños que cargaba en su equipaje. Se casó.
Cuento nuestra historia para que muchos padres e hijos que se encuentren confundidos por esta situación se eviten un sufrimiento largo e innecesario, que si nacen, que se hacen? Hemos aprendido a juzgar sin conocer, a hablar sin pensar, a rechazar sin entender, a pensar sin saber, solo el conocimiento nos dará Libertad, la ignorancia nos debilita. La experiencia unida al conocimiento nos da sabiduría.
Lo único importante es amar de la única forma que el amor exige, incondicionalmente, solo así veremos los cambios que necesitamos para tener un mundo mejor, empecemos en casa, donde se vive nuestra realidad. Gracias por tomar su tiempo y leerlo, ahora compartan la historia para que podamos hacer los cambios. Estas palabras van dedicadas a mi hijo Luis Mancheno, a quien admiro y respeto. El actualmente vive en NY. Es un abogado que lucha por los derechos de los inmigrantes.
Imagen de Luis: Alex Pigeon
Por:Yolanda Nicolalde
Una de mis mayores pasiones es escribir, por eso el relato acerca de mi hijo, mi vida ha sido marcada por situaciones difíciles en las que he podido salir por el amor de Dios. Espero que esta enorme oportunidad sea el inicio para seguir compartiendo historias. Entre mis planes está plasmar en letras las vivencias que me hacen la mujer que soy el día di Hoy. Es un placer poder ser escuchada porque aunque la vida no es fácil, siempre hay la esperanza de ser mejores como seres humanos.
Una de mis mayores pasiones es escribir, por eso el relato acerca de mi hijo, mi vida ha sido marcada por situaciones difíciles en las que he podido salir por el amor de Dios. Espero que esta enorme oportunidad sea el inicio para seguir compartiendo historias. Entre mis planes está plasmar en letras las vivencias que me hacen la mujer que soy el día di Hoy. Es un placer poder ser escuchada porque aunque la vida no es fácil, siempre hay la esperanza de ser mejores como seres humanos.
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Ahora el que tenia que regresar era mi hijo, terminaron las reglas y el hombre fuerte se había convertido en un enfermo débil y lleno de culpa. 5 meses después mi esposo murió. En el proceso pudieron reconciliar sus diferencias, aceptarse el uno al otro, ayudarse y amarse. 2 días después de esto mi hijo partió nuevamente.
